
El Museo de Pablo Fierro es un museo que honra en tiempo presente la historia de su dueño . Tanto a una persona como a todo un patrimonio, pues resguarda arte y cultura de la décima región chilena. (Los Lagos).
Pero la forma y estilo del fundador a hecho de este lugar un mezcla de elementos; objetos, pinturas y mensajes cortos de los visitantes. Una mezcla perfecta para hacer de un lugar algo especial, un lugar como de cuento.

Lo que escribí al salir de ese lugar:
Mi ser fue tocado por la inspiración misma de la palabra y la acción. De almas reconociéndose e impulsándose unas a otras a crear el sueño y vivirlo.
No recuerdo haber tenido esta sensación anteriormente, es como si cada parte de mi ser y de mi alma reconocía lo que Pablo Fierro representaba al verlo, escucharlo y sentirlo.
Un ser que transmite su sueño, la sensación y emoción de ese sueño. Logrando transmitir esa fuerza interna que explota dentro de él.
Se dio cuenta que esperar a que alguien le ayude a su proyecto, hubiera sido una idea surrealista llena de trazos raros.
Poco entendibles y con muchas bifurcaciones, pero sobre todo lo irían alejando energéticamente de su objetivo.

Logró entender por medio de su experiencia, que soñar y bajar los sueños a la realidad es el sueño de muchos y la realidad de pocos.
Al leer palabras de extraños, absorbía la inspiración de la inspiración misma y se va dando cuenta que muchos ya no son tan extraños, que ya fueron tocados por su idea, por su persistencia y perseverancia.
Tantas y tantas palabras escritas por todos lados; pensamientos profundos, emociones, sentimientos, historias y sensaciones.
Se que no todos comprenden lo que el visualiza en esa mente viajera llena de pilares bien arraigados a la tierra.
Pero también se que los que lo hacen jamás olvidaran que vivieron a Pablo Fierro, que sintieron su voz, su energía, su fuerza, su pasión y su sueño.